El café
¿Cómo podemos elegir el mejor café? El café no es un alimento o bebida necesaria e imprescindible para el día a día. Aunque hay estudios que lo califican de beneficioso, no tiene nada que ver lo que el café que se consumía antiguamente con el que se mete la gente de buena mañana para despertar. También habría que preguntarse en qué momento se tomaba, con qué fin, cada cuantos días y que etnía era la que lo elaboraba y lo consumía. ¿Qué ha cambiado con respecto al café que se elaboraba antiguamente? Podemos empezar por los plásticos, metales pesados, pesticidas, herbicidas, técnicas de tostado o incluso tecnicas de cultivo y recolección que antes no existían… Todo esos detalles, a lo que no prestamos atención, nos va destrozando poco a poco el organismo. Tanto los microplásticos, el aluminio y los pesticidas son disruptores endocrinos, que son unas sustancias que bloquean los receptores hormonales o incluso se hacen pasar por análogos hormonales, que llevan a cabo una alteración de nuestras hormonas que afectan a nuestra salud. De los disruptores endocrinos, hablaremos más largo y tendido más adelante. Por tanto, ¿hay unos cafés que son mejores que otros? Obviamente. Y ahora vamos a hablar sobre en qué características nos tenemos que fijar: 1. El café tiene que ser ecológico: así vamos a evitar los pesticidas y herbicidas que nos pueden alterar la salud hormonal 2. Buscad que sea un café de tueste natural. Los de mezcla y torrefactos no nos sirven. Tienen azúcares y además, al estar pasados de tueste, tienen acrilamida, un compuesto cancerígenoque se crea cuando el alimento se vuelve negro. El mejor café no es el más oscuro ni el más amargo. Si habeis probado los cafés de especialidad os habreis dado cuenta que tienes unos sabores más agradables y suaves y no predomina tanto el sabor amargo. 3. Evitar los cafés de cápsulas y los solubles: eso no es café y además de tener lo mismo que los puntos anteriores, tambien puede tener aluminios y plásticos. ¿Sabías que el café de cápsula, cuando se perfora, sueltan microplásticos y esos acaban en tu organismo? Conmigo que no cuenten. Por tanto, la mejor opción sería el café en grano. Así, si lo mueles justo antes de consumirlo, va mantener los antioxidantes beneficiosos. En resumen, busca café ecológico, de tueste natural y en grano. ¿Cuándo sería el momento correcto para tomarlo? No recomiendo ni que sea a diario ni que se tome a primera hora para empezar el día porque está provocando que el nivel de cortisol no suba cuando debería de hacerlo. El cortisol a parte de ser la hormona del estrés, tiene un papel muy importante a la hora de despertarnos. Si tomamos café, estamos sustituyendo nuestro combustible (cortisol) por otro externo (café) y el cuerpo a los días, se acostumbra y deja de secretarlo. Por tanto, si el cortisol, está bajo por la mañana al despertar, vamos a estar cansados, sin energía y vamos a requerir la ayuda de algún estimulante como el café. Con el tiempo, el cuerpo se vuelve dependiente porque sino no «arranca». Por tanto, el momento ideal en el caso de querer tomarlo (ya os digo que no es necesario) sería pasadas unas horas de despertarnos, a mediodía, sobre las 11- 13h y mejor si ese plus de estimulación que nos aporta el café lo usamos para entrenar. Y también, hay que evitarlo de noche y unas 8h antes de irnos a dormir. Así que, si nos vamos a dormir a las 11, el café como tarde sería tomarlo a las 15:00. Por otro lado, a la gente que toma varios cafés diarios, en las vacaciones de verano, les recomiendo que hagan desintoxicación de café. ¿En qué consiste? Pues en vacaciones, como no dependes de alarmas ni hay estrés, lo mejor es dejar de tomar café poco a poco hasta llegar a cero. A los días, te darás cuenta que tu cuerpo no necesita el café para tener energía y te ayudará para volver a la rutina de mejor forma y sin depender de algo externo para conseguir energía. La energía se tiene que obtener de otras manera, que ya hablaremos más adelante. Espero que os haya gustado. Irene Llorca, nutricionista integrativa.